El sano desarrollo psicológico o emocional
es un proceso indispensable para considerar de forma integral a una persona como saludable.
La formación de tal desarrollo comienza desde el nacimiento y avanza a través de los primeros años hasta consolidarse en la vida adulta.
Es por tanto de suma importancia el cuidado de ella y tenerla muy presente en lo que se refiere al cuidado de nuestros hijos.
Lamentablemente, en muchas ocasiones sucede
que los niños no logran adaptarse a las necesidades que la vida les va requiriendo,
muchas de las cuales no se encuentran del todo en sus manos (divorcios, bullying, muertes, nacimientos, entre muchas otras).
Estas situaciones generarán en los niños el desarrollo de síntomas tales como una mala conducta, bajas calificaciones escolares, aislamiento, irritabilidad, enuresis (hacer pipí en la cama), manías, entre otras.
Es por ello necesario
tratar en tiempo y forma un problema que se identifique
tanto en la familia o en la escuela y tomar las medidas necesarias
que recuperen la felicidad y sano crecimiento del niño.
Alteraciones emocionales más comunes:
· Baja Autoestima
· Poca habilidad para hacer relaciones sociales
· Ansiedad
· Procesos de separación o divorcio
· Perdida de familiares
· Miedos
· Fobias
· Bullying
· Manías
· Trastorno obsesivo – compulsivo
· Celos